Los resfriados son inevitables durante los meses de invierno, sin embargo, la medicina natural ofrece algunas formas probadas para ayudar a evitar los resfriados y la gripe. Estos son algunos consejos a tener en cuenta:
Fortalecer el intestino
Mientras que la ciencia moderna apenas comienza a examinar la conexión entre los sistemas digestivo e inmunológico, la medicina tradicional conoce la relación entre la inmunidad y la salud intestinal. Mantener una buena salud intestinal no otorga más fuerza a la hora de combatir las bacterias, virus o microorganismos externos que pueden causar enfermedades.
Tomar los alimentos cocidos
Cuando comemos alimentos que han sido preparados a temperaturas próximas a 100 grados, es más fácil absorber los nutrientes y añadimos menos estrés a nuestro sistema digestivo. Tomar alimentos cocinados, sopas y caldos, y reducir el consumo de alimentos fríos o crudos, favorece una digestión suave y beneficia a nuestro sistema inmunológico.
Comer alimentos fermentados
Los alimentos fermentados son la base de la cocina asiática por una buena razón. La sopa de miso y el kimchi constituyen un alimento básico de la cocina japonesa y coreana porque ayudan a la digestión. Hoy en día numerosos estudios confirman que los alimentos fermentados contienen probióticos que ayudan a aumentar la inmunidad y a combatir las infecciones virales.
Limitar los lácteos, el azúcar y los carbohidratos simples
Los alimentos que son demasiado dulces o que se comen en exceso pueden debilitar la función digestiva y dificultar el sistema inmunológico. Limitar los carbohidratos simples, los lácteos y el azúcar es una buena regla a seguir, particularmente durante los meses de invierno, cuando tendemos a comer más de estos alimentos y están fácilmente disponibles durante las fiestas.
Cocinar con ajo, jengibre, cebollas y otras plantas y alimentos curativos.
Un aspecto principal de la medicina tradicional es el concepto de los alimentos como medicina. Los alimentos están considerados como una forma de compensar los desequilibrios existentes en nuestro organismo. Las propiedades curativas y estimulantes del ajo, el jengibre y la cebolla están bien documentadas. No sólo nos beneficiamos cuando consumimos estos alimentos, sino que éstos también liberan propiedades antivirales y antibacterianas mientras los cocinamos. Debemos incorporar estas plantas y alimentos curativos en nuestras comidas: limón, miel, cardamomo, cúrcuma, perejil, menta, albahaca y cebolletas.
Controlar el estrés y aprender a relajarnos
Muchos aspectos de la vida diaria traen consigo un exceso de estrés. Permitir que esta sensación consuma nuestros pensamientos puede desequilibrar nuestro cuerpo, debilitar la digestión y disminuir la actividad de nuestro sistema inmune.
Existen muchas formas de manejar el estrés que podemos probar por nosotros mismos o en familia: desconectarnos de Internet, concentrarnos en las cosas que nos gustan, cultivar la gratitud y vivir el momento. Aprender a relajarnos requiere práctica, pero es algo que nunca decepciona, y es una habilidad que podemos utilizar dondequiera que vayamos.
Cuidar nuestros huesos y articulaciones
Durante los meses de invierno, es muy habitual que muchas personas sufran molestias en sus huesos y articulaciones. Además de seguir una alimentación saludable con productos frescos de temporada y de practicar ejercicio de forma regular, cada vez son más los expertos que recomiendan tomar suplementos alimenticios que contengan ingredientes de origen natural, como por ejemplo JWMAX de venta en la tienda online NATPHARMA.COM. Esta composición líquida, altamente concentrada, coadyuva a la rehabilitación del cartílago dañado, al buen funcionamiento de las articulaciones, y a la reducción del dolor e inflamación.